domingo, 27 de diciembre de 2015

Sobre el análisis prospectivo

AOA. Clones. 2014
 
Hermosillo Sonora, Diciembre 27 de 2015.
 
La prospectiva puede ser definida como una disciplina, o más bien un ejercicio de reflexión acerca del futuro, considerado como múltiple, y de las estrategias que determinan la acción para alcanzarlo.
 
Como apunta el español Juanjo Gabiña, la prospectiva se trata de una “reflexión antes de la acción”, una reflexión “que nos permite anticiparnos y preparar las acciones, precisamente, con menores dosis de riesgo e incertidumbre” (en Godet, 1995: XVII). Se suma a ello lo que Michel Godet plantea acerca de que “En el origen de la prospectiva se encuentra un postulado de libertad frente a múltiples e indeterminados futuros.” (Godet, 1995: 1)
 
Considerando que el futuro se construye, este proceso requiere de un ejercicio de la libertad, del poder, la voluntad y el desarrollo de la imaginación y creatividad (Montero, 2014: 117-128). Ante la inmediatez del corto plazo, la comprensión del futuro y la prospectiva plantean la posibilidad de configurar una visión de futuro que permita gestionar la incertidumbre y alcanzar objetivos u metas con un rango pertinente de racionalidad.
 
Etimológicamente proviene del verbo en latín “prospicere”, que significa mirar a lo lejos desde lejos, algo delante de uno.
 
Michel Godet (1983) considera que la prospectiva es una “ciencia de la acción” contraria a toda predicción fatal del futuro. El diseño prospectivo, según el científico francés, tiene su origen en la luz que emana el futuro, la cual sirve para iluminar la acción del presente; su metodología se fundamenta en la exploración de múltiples e inciertos futuros, y en la adopción de una visión integral y sistémica.
 
La prospectiva, agrega Godet, desafía a la sabiduría convencional; en ese sentido, se le concibe como un proceso de creatividad de escenarios con base en información a la que se considera que no es neutral, como tampoco lo es la previsión de los escenarios que resultan del análisis prospectivo.
 
AOA. Composición cromática. 2014
 
La racionalidad de la prospectiva, por lo tanto, se estructura en términos no sólo cuantitativos, pues valora ampliamente los factores cualitativos que rodean a la reflexión y la acción humana presentes en la estrategia de los diversos actores que interactúan en la vida social. En la práctica de la prospectiva, se asume como principio el opta por el pluralismo y la complementariedad de los enfoques.
 
Considerando estos aspectos, puede apuntarse que la prospectiva no es lo mismo que la planeación tradicional que conocemos y que se configura teniendo como base lo ocurrido en el pasado para proyectar las variables históricas y establecer pronósticos; el análisis de prospectiva es un proceso de planeación que se ubica en el futuro, en lo que queremos ser para después trazar la estrategia y acciones de táctica necesarias para alcanzar el escenario del cual partimos.
 
La prospectiva no desdeña el análisis del pasado y del presente, por lo contrario, éstos son elementos necesarios para definir el diagnóstico mediante el cual reconocemos lo que somos y que sirven como punto de partida para evaluar las fortalezas y debilidades, las oportunidades y posibles obstáculos que podemos encontrar en nuestro accionar; sin embargo lo relevante en la prospectiva son los escenarios futuros de nuestra perspectiva, lo que sirve de guía para trazar la estrategia y buscar la mejor combinación del elemento humano y otros recursos necesarios para alcanzar nuestros propósitos.
 
La prospectiva es proactiva y creativa. Proactiva en el sentido de que busca ir delante de los hechos, de que se anticipa y prevé situaciones con el fin de responder a las demandas que se le presentan a nuestro sistema social, en este caso, la prospectiva es relevante para anticipar las demandas sociales que los Ayuntamientos podrían enfrentar como resultado de la dinámica social de sus comunidades.
 
Por otro lado, se concibe como creativa en la medida que no se circunscribe a la percepción de una sola visión del futuro, sino que al entender que el futuro es diverso, entonces, a distintos posibles escenarios futuros corresponden diversas formas de atención, es más, frente a un posible escenario se pueden presentar diversas alternativas de acción, considerando el comportamiento esperado de las variables incidentes o de los actores participantes.
 
Generalmente se ha considerado que la acción gubernamental es reactiva y de corto alcance, tales rasgos representan un reto complejo para la prospectiva, cuya orientación debe centrarse en los compromisos con la sociedad a la que se sirve y en cumplir con propósitos de interés público, es decir, en razón del sentido propio de la acción del aparato de gobierno, la cual, por naturaleza, se caracteriza por asumir una visión integral, donde el corto plazo estratégicamente se alinea con el largo plazo.
 
La característica anticipadora de la prospectiva implica que el presente está en razón del futuro, que lo que hemos de construir debe considerar lo que queremos ser, teniendo como referentes lo que somos y lo realizado. La prospectiva no sólo reconoce la racionalidad formal-instrumental referida a la calculabilidad de medios y procedimientos, también, da reconocimiento fundamental a la racionalidad de acuerdo a fines y de acuerdo a valores. En este tenor, por ejemplo, si nos referimos al municipio y su gobierno, pueden esbozarse preguntas tales como:
 
  • ¿Qué queremos de la vida municipal en nuestro país?
  • ¿Cómo debemos actuar en un marco de vida civilizada y democrática?
  • Desde el gobierno, ¿qué estrategias y qué estilo de gobierno tenemos que desarrollar para alcanzar los objetivos de la administración pública en términos de lograr bienestar y desarrollo de la sociedad, y lograr, también, aquellos de índole política que se refieren a las condiciones de gobernabilidad de las fuerzas sociales y la legitimidad del cuerpo administrativo y político gobernante?

El futuro hay que construirlo, el futuro es la razón del presente. Lo que queremos condiciona nuestra acción y motiva la verificación de determinadas conductas. Sin embargo, el futuro no puede ser previsto a ciencia cierta, ni se puede pensar que exista un futuro único. Resulta conveniente prever varios futuros, partiendo tanto de las condiciones presentes y de lo ya acontecido, como de aquello que, como seres teleológicos, pretendemos construir.
 
Gastó y Ahumada (2005: 13) señalan que, en el marco de una visión global, sistémica, dinámica y abierta, la prospectiva se propone explicar posibles futuros, mediante el estudio de los datos del pasado y el presente, así como de las posibles evoluciones de las diferentes variables cuantitativas y cualitativas del fenómeno en cuestión. De esta suerte, estos autores reconocen (Ibíd.), siguiendo a Gavignan y Scapolo, que la prospectiva reclama el concurso de tres campos de análisis: el de los estudios de futuro, la planeación estratégica y el análisis de las políticas públicas. En el primer campo se va de una perspectiva de lo predictivo, pasivo y extrapolativo hacia otra que considera lo exploratorio, activo y constructivo; en el campo de la planeación estratégica se pasa de la visión racionalista a la evolutiva y contingencial; en tanto que en el ámbito del análisis de políticas públicas, se concibe el paso de un ámbito de poca participación a otro altamente participativo.
 
En cuanto a los tipos de futuro que podemos vislumbrar, Miklos y Tello consideran tres: el deseable, el probable y el posible. El futuro deseable es concebido como “la expresión de un estado de cosas que se ambicionan porque reflejan nuestras aspiraciones y valores” (2007: 52); el futuro probable deviene del estado de cosas existentes, es decir, los eventos futuros son resultado de la tendencia de condiciones pasadas que se observan en el presente y que probablemente continuarán si no se incide en ellos; por su parte, el futuro posible resulta de la acción y esfuerzo que imprimamos para alcanzarlo, su viabilidad “…afirma que contamos con el poder suficiente para llevar a cabo aquello que ambicionamos; que está al alcance de nuestros conocimientos, los cuales diestramente orquestados darán como resultado el logro de la imagen propuesta.” (Ibíd.)
 
AOA. Espiral. 2014
 
Es conveniente reiterar, con relación a la prospectiva: los futuros son múltiples y las condiciones del sistema que se estudie puede recibir diferentes lecturas. También, es importante tener siempre presente los beneficios que derivan de una planeación prospectiva y el proceso que ella implica; como lo destaca Guillermina Baena, a diferencia de la planeación tradicional, en la prospectiva:

 “…se determina primero el futuro deseado, creativamente y libre de restricciones, y se diseña; el pasado y el presente no se consideran como restricciones, sino hasta un segundo momento cuando se tiene la imagen del futuro deseado y se exploran cuáles serían los futuros factibles. De ahí seleccionamos el más satisfactorio. Todo el proceso debe darse de manera muy creativa y con gran imaginación. (…) En la planeación prospectiva el proceso, más que el producto, es el importante.” (Baena, 2004: 47)

 
Fuentes:

Baena Paz, Guillermina. 2004. Prospectiva Política. Guía para su comprensión y práctica. México: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Proyecto PAPIME / Dirección General de Personal Académico.
Gastó C., Juan, Néstor Ahumada G., et al. 2005. Prospectiva y construcción de escenarios para el desarrollo territorial. CUADERNO 3. Fundación Eduardo Frei. Santiago de Chile: Impresión Gráfica Funny S. A.
Godet, Michel. 1995. De la Anticipación a la Acción, Manual de Prospectiva y estrategia. Una disciplina intelectual. México: Ed. Bouxareu. Alfaomega-Marcombo.
Godet, Michel. 1983. Sept idées-clés. Futuribles analyse et prospective No. 71, Noviembre 1983. Consultado en el Portal La prospective “Pour penser et agir autrement”.  Mémoire de la prospective. Ouvrages et textes fondamentaux de la prospective. Articles fondamentaux Futuribles sur la méthodologie. http://www.laprospective.fr/dyn/francais/memoire/autres_textes_de_la_prospective/articles_futuribles/futuribles-71-1--sept-idees-cles.pdf.
Miklos, Tomás y María Elena Tello. 2007. Planeación Prospectiva: una estrategia para el diseño del futuro. México: Centro de Estudios Prospectivos de la Fundación Javier Barros Sierra, A. C. y Editorial Limusa.
Montero Olivares, Sergio. 2014. Una visión prospectiva de la administración pública par a la sociedad mundial al 2050. Toluca, Edo. de México: Instituto de Administración Pública del Estado de México, A. C.
 

 
 

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