martes, 30 de marzo de 2021

Pandemia, tiempo de cambios y replanteamientos

Coronavirus Escultura - Luke Jerram 

Hermosillo, Sonora a 30 de marzo de 2021.

Fragmento del capítulo Pandemia, crisis y solidaridad, publicado en el Libro Las ciencias políticas y sociales ante contingencias de amplio impacto. Incógnitas y Propuestas. Roberto Moreno Espinosa, Coordinador. Editorial: Academia Internacional de Ciencias Político-Administrativas y Estudios de Futuro. 2020. ISBN 978-607-98268-4-0. Pp. 96-134.

La pandemia del Coronavirus-19 ha replanteado la vida del ser humano. Se ha infiltrado tanto en sus aspectos considerados trascendentales como en aquellos de menor consideración.

El confinamiento al que se ha visto sometido, ha tenido implicaciones en sus relaciones interpersonales en el ámbito familiar y social. Las relaciones económicas se han sometido a presiones. Las de tipo político se han exacerbado. La degradación de las condiciones de vida y la exclusión social se han profundizado.

Se han incorporado al vocabulario cotidiano nuevos términos y se han recuperado otros para caracterizar lo que está viviendo el mundo. Otros han sido revalorados y han cobrado la relevancia que no tenían.

Así, ralentizar la acción humana se vuelve necesaria al imprimir menor rapidez a los procesos sociales, de tal manera que el término es fundamental para volver más lento el contagio epidémico con el fin de hacer un uso más eficiente de los recursos de salud necesarios para su atención.

De igual forma, la resiliencia ha venido a constituirse en una capacidad fundamental de los individuos y de los grupos sociales para poder enfrentar situaciones adversas como la pandemia; la incertidumbre y compleja problemática asociadas al fenómeno que vive el mundo, reclama que todos estén dispuestos y comprometidos para responder positivamente a tales circunstancias.

Como fenómeno sistémico, global, la pandemia del Coronavirus-19 se ha definido como un hecho social total. De esta manera se recupera el concepto acuñado por Émile Durkheim (2001) referente a los comportamientos o ideas presentes en un grupo social, mediante su conocimiento, valoración, el compartirlos, y su puesta en práctica. El sentido de totalidad hace referencia al conjunto de relaciones sociales involucradas, asumiendo en este caso el nivel global en el que ocurren, siguiendo las reflexiones de Marcel Mauss (2019).

Homenaje a las víctimas y a los héroes del Covid-19. Escultura de Víctor Ochoa

La pandemia trajo consigo una nueva realidad que involucra a toda la humanidad. De esta suerte, se ha constituido una nueva normalidad, la cual demanda nuevos comportamientos, acuerdos sociales y fórmulas para la convivencia social. La nueva normalidad se caracteriza por la incertidumbre y el riesgo, pero también plantea la necesidad del compromiso común, así como la visión y atención integral de los asuntos globales.

La crisis económica sistémica, agravada por los efectos de meses de paralización de actividades, vio emerger la polarización entre gobiernos y el sector empresarial, entre lo que es el interés público y el privado. Las diferencias en la percepción de la crisis sanitaria y la estrategia a seguir durante la pandemia y en la fase de reactivación de la actividad económica hacen necesario un replanteamiento en el comportamiento de los actores políticos y económicos.

Se requiere revalorar el papel del mercado, así como del Estado y el de la sociedad. Por un lado, es importante subrayar la importancia que tienen tanto el crecimiento económico como la justicia social y la inclusión en la convivencia social. Como lo expresó Amartya Sen, (1987), el comportamiento económico debe conciliar los intereses particulares de los individuos y grupos con un comportamiento que tome en consideración la cuestión social, la cooperación y el sentido de identidad.

Después de todo, la economía tiene otros intereses además de la ganancia. Durante la actividad económica, siguiendo a Galtung (1998), la presencia de externalidades e internalidades, positivas y negativas a distintos niveles, definen la necesidad de la interconexión entre sectores económicos y de los agentes económicos. Además, se tiene que considerar que el crecimiento económico debe ir de la mano con el desarrollo del ser humano.

Homenaje a las víctimas y a los héroes del Covid-19. Escultura de Víctor Ochoa

Por otra parte, resulta conveniente reflexionar sobre la experiencia de la Unión Europea en el impulso de una verdadera gobernanza democrática, cuya aplicación práctica “…sugiere que los problemas se resuelven de modo colectivo en una estructura donde la autoridad política está fragmentada o diluida. [Lo que requiere de una] gobernanza a varios niveles (multi-level governance). La idea central de dicho enfoque es que la profundización del proceso integrador lleva a una situación en donde la autoridad y el desarrollo de las políticas públicas son compartidos entre numerosos niveles de gobierno.” (Bosoni, Galati y Madrid, 2009: 171)

Esta orientación brinda la oportunidad de replantear la coordinación intergubernamental, la relación entre gobierno, sector privado y grupos sociales, así como la manera en que es necesario que operen los gobiernos: mediante el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas, caracterizadas por la racionalidad y un verdadero sentido público; la puesta en práctica de una eficiente, eficaz y efectiva gestión pública comprometida con la responsabilidad de las instancias de gobierno, el impulso de la vida democrática, el respeto al Estado de Derecho, y el compromiso con la sociedad; así como el impulso de la gestión social mediante el desarrollo de programas sociales, públicos y privados, que atiendan, de la forma más conveniente, los problemas que aquejan al desarrollo y bienestar de la sociedad.

El mundo está ante la oportunidad de avanzar hacia una globalización más democrática, cooperativa y solidaria. La interdependencia que de manera natural surge en un mundo globalizado debe encontrar un sentido común, al que todos apuesten para su concreción. Recordando las palabras de Luis Villoro, es imprescindible asumir que “La voluntad ética no se cumple con sólo elegir los valores objetivos, requiere su realización en bienes sociales concretos.” (Villoro, 1998: 243). El desarrollo humano se torna así en un derecho de todos al bienestar económico y social, a la justicia y equidad, a la convivencia en paz y con respeto, y en armonía con el entorno ambiental.


Referencias:

Bosoni, Adriano, Graziana Galati y Matilde Madrid Ciafardini. (2009). “Cooperación internacional y multi-level governance en el marco de la Unión Europea”. En Ana María Chiani y Juan B. Scartascini del Río (Coord.). La cooperación internacional: herramienta clave para el desarrollo de nuestra región. Buenos Aires: Asociación Civil. Estudios Populares y Konrad-Adenauer-Stiftung. Pp. 169-200.

Durkheim, Emile. (2001). Las reglas del método sociológico. México: Fondo de Cultura Económica.

Galtung, Johan. (1998). “El desarrollo como programa de la democracia.” En Eduardo Bustelo y Alberto Minujin (Editores). Todos entran. Propuesta para sociedades incluyentes. Santafé de Bogotá: editorial Santillana y UNICEF. Pp. 207-235.

Mauss, Marcel. (2019). Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las sociedades arcaicas. Buenos Aires: Katz Editores.

Sen, Amartya. (1987). Sobre ética y economía. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Alianza Editorial.

Villoro, Luis. (1998). El poder y el valor. Fundamentos de una ética política. México: El Colegio Nacional y Fondo de Cultura Económica.

 

martes, 9 de marzo de 2021

El estudio de las Artes Plásticas en México y en Sonora

Torso femenino. Pintura al Pastel. AOA
 

Hermosillo, Sonora a 9 de marzo de 2021.

Fragmento del primer capítulo del libro Escultura sonorense. Aportaciones de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora. Colección “La Mirada del Búho” No. 6. Departamento de Desarrollo y Producción Editorial de la Universidad de Sonora. Universidad de Sonora, México, 2020. ISBN de la Colección: 978-607-518-130-1; ISBN: 978-607-518-364-0.

En su Conferencia pronunciada en la Universidad de Edimburgo en 1931, el reconocido filósofo y crítico de arte inglés Herbert Read (2010) reflexionó en torno al derrotero del estudio del Arte y en particular acerca de los programas universitarios de aquellos años. Destacaba la ventaja de las universidades alemanas sobre las inglesas en cuanto a los estudios de Doctorado en Historia del Arte. Así también, reflexionaba sobre dos problemas relativos al estudio del arte: ¿cómo influye el estudio del arte en la vida práctica del estudiante?, y ¿qué efecto que tiene sobre la función adecuada del arte en la educación? Insistió que el estudio del Arte universitario debe ser vocacional.

Recuperando la experiencia alemana, la educación de la Cátedra de Bellas Artes, planteó el erudito inglés, habría de comprender 3 métodos: primero, partir de la actividad subjetiva de apreciación del arte: que es la estética propiamente hablando; segundo, es puramente objetivo: se ocupa de la obra de arte misma: técnicas anatomía de la forma, etc. Se refiere a la Ciencia general del Arte; y, el tercero es el Método histórico.

Herbert Read. Grabado sobre papel. Edgar Holloway. 1934

Haciendo énfasis en el desarrollo de una formación integral de los estudiantes desde el nivel preescolar, donde los cursos de Artes jugarían un papel fundamental, Read concluyó que los estudios universitarios fundados en la estética tienen un campo experimental limitado; y que la enseñanza erudita del arte (Historia y Teoría del Arte) haya propiciado que cada año egresaran estudiantes cuya profesión no es absorbida por la sociedad, convirtiéndose en un profesionista carente de adaptabilidad social y carente de un científico profesional económicamente justificado.

Con el fin de desarrollar y adiestrar los hábitos de aprensión artística estética, considera que la apreciación de las Bellas Artes es el método más objetivo, más práctico e infinitamente el más valioso, puesto que: 1) existe la significación de las bellas artes en la cultura general de una nación, y 2) existe en las bellas artes una cualidad especial que no sólo explica esa importancia, sino que nos permite aprehenderla en forma peculiarmente directa.

La educación artística en nuestro país, por su parte, tiene antecedentes longevos; se remontan a fines del siglo XVIII, cuando en 1781 se funda la Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes de la Nueva España. De esta manera se dio respuesta a las autoridades de Casa de Moneda en Nueva España de formar con grabadores para apuntalar la producción y acuñación de moneda.  Auspiciada por el Estado, la naciente academia inició cursos de las Tres Nobles Artes de San Carlos: arquitectura, pintura y escultura. 

Academia de San Carlos

Los acontecimientos que ocurrieron a lo largo del Siglo XIX tuvieron repercusiones en la normalidad con la que pudo haberse dado la vida académica de esta institución. Destacan en un principio las aportaciones del escultor y arquitecto Manuel Tolsá y a fines de ese siglo la presencia del pintor José María Velasco.

Es en el siglo XX cuando se incorpora a la Universidad Nacional Autónoma de México como Escuela Nacional de Bellas Artes. Para el año de 1929 se divide en la Escuela Nacional de Arquitectura y Escuela Central de Artes Plásticas, convirtiéndose cuatro años después en la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Será en 1970 cuando por iniciativa de reconocidos profesores se proponen los estudios de la Licenciatura en Comunicación Gráfica, la cual se formalizó en 1975. 

Durante los noventa, esta carrera cambió de nombre y plan de estudios, pasando a ser la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual. En 2014 se crea la Facultad de Artes y Diseño, que cubre el espacio de la antigua Escuela Nacional de Artes Plásticas: la Facultad contempla cuatro licenciaturas (Artes Visuales, Arte y Diseño, Diseño y Comunicación Visual, y Cinematografía) y cursos de posgrado.

Escuela Nacional de Artes Plásticas

La otra gran institución de enseñanza de Arte en nuestro país es la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (ENPEG), La Esmeralda, una universidad incorporada al Instituto Nacional de Bellas Artes. Originalmente sus servicios educativos consistían en talleres gratuitos y abiertos a todo el público. La fundación en 1927 de la Escuela libre de Escultura y Talla Directa en el Exconvento de la Merced es el primer antecedente de esta universidad. En la década de los treinta, la escuela se cambió al Callejón de la Esmeralda.

En 1943 se desarrolló el primer plan de estudios aprobado por la Secretaría de Educación Pública, y se dio reconocimiento oficial como Escuela de Artes. Posteriormente, se estructuró un Plan Profesional de Pintor, Escultor y Grabador, el cual cambió en 1984 a la Licenciatura en Artes Plásticas con acentuación en Pintura, Escultura y Grabado.

En 2007 entró en vigor el Plan de estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas y Visuales, con el objetivo de «formar profesionales en la producción de las artes plásticas y visuales con capacidad para desarrollar un lenguaje con sustento conceptual acorde a su momento histórico y cultural, el cual les permita integrarse a circuitos de formación, difusión y circulación de las artes plásticas y visuales.» (La Esmeralda. Plan de Estudios, 2007: 3)

El Plan (2007: 23) contemplaba que el egresado se asumiría como un «…productor visual que desarrolle un discurso que en su construcción vincule con elocuencia la investigación teórico conceptual con las habilidades del manejo plástico-visuales.» Además, se propuso que el ejercicio de la producción visual constituiría parte fundamental de su formación, por lo que tendría que contar «…con las herramientas teóricas y prácticas que le permitan incursionar en el campo profesional, confrontándolo ante los diversos circuitos de circulación del arte, así como en la continuidad con estudios superiores ligados a las artes plásticas y visuales.»

La Esmeralda

Diez años después, se replanteó el plan de estudios como Licenciatura en Artes Visuales, definiendo su objetivo general en el sentido de «Formar profesionales capaces de realizar una intervención creativa y consecuente en la sociedad desde las artes visuales, con sustento conceptual acorde a su momento histórico y cultural, dispuestos a integrarse a circuitos de formación, difusión y circulación de las artes y de la cultura en la sociedad y afectar positivamente el desarrollo de las mismas.» (La Esmeralda. Plan de Estudios, 2017: 7)

Por su parte, el perfil de egreso, en comparación con el definido en el plan anterior, se complejizó, agregándose elementos relativos a competencias emocionales, de expresión y comunicación, así como de trabajo colaborativo; desde esta perspectiva, se concibió en considerar que los egresados de esta institución

«…tendrán la capacidad de incidir de forma creativa, con conciencia y visión en diversos campos de la sociedad. Deben contar con las herramientas teóricas y prácticas dentro del campo de las artes visuales además de contar con una inteligencia emocional y creativa desarrollada para permitirles concebir y llevar a cabo soluciones innovadoras tanto en su propio quehacer como en su incursión en el campo profesional. Esto implica que sepan articulares por escrito, verbalmente y por medio de la producción. Demostrará que tiene la capacidad de crear y aprovechar oportunidades profesionales, idear y gestionar proyectos, formar equipo y saber resolver conflictos, Deben egresar con la capacidad de ser agentes de cambio creativos y responsables con respecto a la sociedad de la que forman parte.» (La Esmeralda. Plan de Estudios, 2017: 45)

En Sonora, los antecedentes de las acciones de formación artística se remontan al año de 1950, cuando se funda Escuela de Dibujo de Artes Plásticas, que posteriormente se convertiría en la Academia de Artes Plásticas, a la par de la Academia de Arte Dramático, la Academia de Danza y la Academia de Música.

A partir de 1991, con la creación de la Ley 4 Orgánica de la Universidad de Sonora, se crea la División de Humanidades y Bellas Artes, integrada por los Departamentos de Letras y Lingüística, y de Bellas Artes; paralelamente se dio un proceso de nivelación de la planta de profesores, pasando algunos de ellos a realizar estudios de secundaria y preparatoria abierta, y, posteriormente, realizar estudios profesionales, con base en un convenio de colaboración suscrito con la Universidad Autónoma de Chihuahua.

Primera sede de la Licenciatura en Artes Plásticas al interior del campus de la Universidad de Sonora

En 1997 se aprobó el Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes. En él se contemplaron cuatro áreas de formación artística: Artes Plásticas, Danza, Música y Teatro. Como objetivo de la Licenciatura se propuso «…formar profesionales ejecutantes capaces de transmitir y generar conocimientos relativos al área de su especialidad, con sólida formación teórica, metodológica y práctica que les permita incorporarse al mercado de trabajo regional, nacional e internacional con alto nivel de competitividad.» (Licenciatura en Artes. Plan de Estudios, 1997: 2) De acuerdo con esta orientación formativa, al concluir sus estudios con duración de diez semestres, los ejecutantes profesionales de las Artes Plásticas recibirían los títulos de Pintor, Grabador o Escultor.

En el diagnóstico para elaborar el Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas de 2008, se apuntó que entre las consideraciones que se asumieron al formular el Plan 1997, se planteó que

«…la enseñanza de las artes se constituye como una necesidad vital para el desarrollo de la sociedad y de cada uno de los individuos que la conforman, a través de las artes se promueve el desarrollo de la sensibilidad, la percepción, el sentido estético, la imaginación, la creatividad, la comunicación y la capacidad de emocionarse, por lo que el arte, es un elemento que integra y define al ser humano.» (Licenciatura en Artes Plásticas. Plan de Estudios, 2008: 7)

De allí que entre los objetivos específicos del Plan se propuso formar profesionales de las artes visuales con los conocimientos teóricos y del oficio para comprender y producir obras plásticas, mediante el manejo de un lenguaje plástico que les permita integrarse establecer comunicación con el entorno social.

Durante el ciclo escolar 2008-2 se reformó el plan de estudios enmarcándolo en las disposiciones del nuevo modelo educativo de la Universidad y transformando el programa a Licenciatura en Artes Plásticas, con las especialidades de pintura, escultura y grabado.

Esta propuesta consolidó la perspectiva formativa iniciada diez años antes. El objetivo general del Plan de estudios, sin precisar el término de ejecutante profesional, reafirmó la intención de impulsar la formación de capacidades tanto teóricas como prácticas para el desarrollo profesional de los egresados; se definió en términos de:

«Formar profesionales de las artes plásticas: Capaces de desempeñarse en las funciones de creación, enseñanza, capaces de contribuir a la formación de artistas plásticos y el conocimiento artístico. Con el dominio de las herramientas suficientes para poder trasmitir de manera adecuada sus conocimientos artísticos.» (Licenciatura en Artes Plásticas. Plan de Estudios, 2008: 18)

Sede de la Licenciatura Artes Plásticas de la Universidad de Sonora

En esta propuesta se fue más allá (Licenciatura en Artes Plásticas. Plan de Estudios, 2008: 18-19), enriqueciendo los intereses del estudio de este programa educativo en términos de la creación plástica, de la habilitación de los egresados para su enseñanza, o bien para llevar a cabo trabajos de investigación, participar en la gestión del arte y la cultura, incluso en la promoción y capacitación de los estudiantes para incursionar en estudios de posgrado.

Resulta relevante el énfasis que este Plan hace en términos comportamentales, pues incorpora entre sus objetivos particulares el «Fomentar en el estudiante actitudes que lo lleven a ejercer la profesión de manera responsable, reflexiva, tolerante y bajo un estricto apego ético.» (Licenciatura en Artes Plásticas. Plan de Estudios, 2008: 18)

Al proponer el perfil de egreso se sumó a estas intenciones del Plan de estudios el compromiso social del artista plástico, en cuanto que se le considera como «…un profesional creativo que hace uso adecuado de las herramientas y materiales específicos de su profesión, con gran sensibilidad para comunicarse a través de la práctica artística y con bases para transferir conocimientos. Tiene la capacidad para resolver los problemas planteados por el entorno económico y social.» (Licenciatura en Artes Plásticas. Plan de Estudios, 2008: 19) Definido así el perfil de egreso, se reitera el interés que se tiene en cuanto a la función profesional como transmisor de conocimientos, es decir, un profesional con capacidades para las labores académicas.


Referencias:

Escuela Nacional de Pintura y Escultura "La Esmeralda": http://www.esmeralda.edu.mx/

Facultad de Artes y Diseños, UNAM: http://www.fad.unam.mx/

Ley Número 4 Orgánica de la Universidad de Sonora. 26 de noviembre de 1991.

Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas 1997.

Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas 2008.

Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas y Visuales. Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda". 2007 y 2017.

Read, Herbert. 2010. Educación por el Arte. Barcelona: Paidós Educador.