domingo, 25 de noviembre de 2012

Charles-Jean Baptiste Bonnin: Aniversario

Hermosillo Sonora, 30 de Octubre de 2012.

Charles-Jean Baptiste Bonnin, fundador de la ciencia de la Administración Pública, cumple en el mes de octubre 240 años de su natalicio y 166 años de su fallecimiento.

En su Compendio de los Principios de Administración, escribió:

“Considerando la administración como ciencia busqué sus elementos; demostré sus principios, establecí sus precisas relaciones con las demás partes de la legislación, así como sus divisiones y límites. Clasifiqué sus principios elementales, a los que me limité en el orden más conveniente a la ciencia administrativa porque son el todo, tanto para la teoría como para la práctica.”

(…) En el orden social, lo mismo que en el orden físico, todo se halla enlazado. Todo está en relación necesaria porque esta relación es natural, y de ella depende que exista en la sociedad política la misma armonía que en el universo. Nada es absoluto por su naturaleza, todo procede de las leyes generales que rigen a cada especie de seres o de cosas, y cuantos efectos resultan, únicamente son productos de aquellas leyes o causas primeras. El mundo moral, así como el mundo físico, sólo es una correlación o analogía forzada, sin la que no podrían subsistir uno ni otro. Es una continuación de hechos encadenados entre sí: descompuesto uno de los eslabones, se interrumpen las causas y sus efectos; separado, todo se transforma.

(…) Aunque el hombre nace en el estado social, éste no está fundado ni se sostiene sino por la reunión de las necesidades de cada uno; reunión que asegura la conservación de los individuos, por las mismas relaciones que nacen entre ellos como por consecuencia de sus necesidades. Si así no fuera, el estado social dejaría de ser el estado natural del género humano, porque, ¿cómo concebir un modo de existir para el hombre en sociedad que no tuviese por principio la conservación de los individuos y de sus relaciones necesarias, cuando sin esta conservación y estas relaciones no podría existir la comunidad ni haber existido? Es pues evidente que el estado social está cimentado sobre este principio: el hombre nació para vivir en sociedad, y la sociedad tiene por fundamento su conservación y las relaciones con sus semejantes que son el elemento de la asociación política y la causa de su perpetuidad. Pero ¿quién las garantiza?: el interés público, que también está fundado en el interés particular. Y ¿quién cimienta estos intereses y los conserva en la sociedad?: la acción de las leyes aplicadas por los magistrados, o de otro modo, su ejecución efectuada por la administración pública.

El interés público es permanente porque es el conjunto de los intereses particulares que no cesan jamás, y el lazo que une a los individuos; pues por interés público debe entenderse la reunión de aquellas necesidades relaciones naturales y universales, cuya expresión son las leyes, y el poder de éstas el regulador. En este interés público, colección de todos los intereses particulares, es donde existe el elemento de la asociación, es decir, elemento de la institución de la administración como su gobierno natural, Pues la conservación de cada uno de los individuos fue siempre el objeto de la unión social, y porque esta conservación es la causa de la administración y de sus leyes para el sostén y garantía de las relaciones sociales.

Si se examina la acción social de la administración se ve en ella una ciencia deducida de los elementos naturales, y fundada sobre principios universales y fijos. En efecto, ella es la ciencia de las relaciones entre la comunidad y sus individuos, y de los medios de conservación de estas mismas relaciones por la acción de las leyes y de los magistrados sobre las personas y propiedades, en todo lo que interesa al orden social. La ciencia administrativa, pues, debe ser considerada como el conocimiento de los principios de las relaciones sociales, es decir, el análisis de las propiedades y fenómenos de estas relaciones, así como aplicación a las personas y cosas de las reglas mismas que encaminan dichas relaciones al interés común. Según esta definición, tomada en la naturaleza misma de las cosas, la ciencia administrativa, como teoría, demuestra el juego de la acción social, y como aplicación es el arte de poner aquella acción en práctica. La administración es por consiguiente ciencia y arte: ciencia para poner en claro la teoría de las relaciones sociales, y arte cuando tiene por objeto la práctica de esta teoría para la aplicación de las leyes.”

Biografía

A continuación se presenta la biografía del francés, que es presentada en el portal que lleva su nombre (http://www.cjbonnin.org/), el cual ha sido diseñado por el Dr. Omar Guerrero Orozco (http://www.omarguerrero.org/), ínclito investigador social, a quien se debe la recuperación de la obra de Bonnin.


Biografía

Charles-Jean Baptiste Bonnin nació el 4 de octubre de 1772 en la ciudad de París, en el seno de una familia cuyas raíces proceden de Borgoña, e hizo sus estudios en el Colegio de las Cuatro Naciones. Se desempeñó en la administración pública como funcionario departamental del Sena y fue un pensador progresista. Sus padres habían proyectado que cursara la profesión médica, idea frustrada por los acontecimientos de la Revolución, suceso que inspiró en su persona el gusto por los temas políticos. Su verdadera vocación nació tempranamente, en su juventud, merced a las lecturas de Montesquieu, Mably, Bacon, Fenelon y Cornelius, a quienes profesó gran admiración. Conoció en 1829 a Auguste Comte, convirtiéndose en su amigo hasta la fecha de su muerte.

Entre las muchas referencias a su persona durante su vida destaca el trabajo de M. Lemonier titulado Noticia Histórica (Notice Historique), que encabeza un trabajo que lleva por nombre Pensées de C.J.B. Bonnin. El documento fue promovido por Bonnin y quizá también revisado por él. Dentro de los archivos de la administración francesa hay algunas referencias a su persona, como que quizá fue miembro de la masonería. También en ellos consta que, por motivo de algunos pasajes de su libro Estudios Legislativos (Études Législatives), publicado en 1822, donde critica al catolicismo, sufrió trece meses en prisión.

La Revista Enciclopédica o análisis razonado de las producciones más notables de Francia, en su edición de 1829, destaca la publicación de la tercera edición de los principios de administración pública, allí se hace una reseña de los contenidos más importantes de la obra y se señala que es un libro pleno de ideas sabias y útiles, que su autor plasmó con elegancia, exactitud y claridad.

Hoy en día es fácil el acceso a su obra principal: Principios de Administración Pública, por haberse reeditado en francés y en español, ambas en línea; pero principalmente gracias a la publicación del Fondo de Cultura Económica de México (2004). En la actualidad sus compatriotas le rinden el tributo que merece. Georges Langrod dijo con toda razón que “la ciencia de la administración, en el sentido moderno de esta expresión, nace en Francia con el siglo XIX. Su pionero es Charles-Jean Bonnin, autor de los Principios de Administración Pública, cuya primera edición se remonta a 1808". Igualmente, Jacques Chevallier y Dániele Loschak comentaron que “puede ser considerado como el verdadero fundador de la ciencia administrativa francesa”. Pero es más, mucho más: es el fundador de la ciencia de la administración pública, mundialmente considerada. Más recientemente Jacqueline Morand-Devillier sugirió la publicación de los Principios, precisamente en su primera edición, lo que ya se hizo, no en Francia, sino en México, cuando corría el 2004.

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