Hermosillo, Sonora a 10 de junio de 2024.
Presentación
México
ha vivido un nuevo capítulo en su historia democrática con la elección de
Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta. Este triunfo representa no solo la
llegada de la primera mujer al poder ejecutivo del país, sino también la
consolidación del proyecto político de la Cuarta Transformación (4T), iniciado
por Andrés Manuel López Obrador en 2018. En este contexto, analizamos los
antecedentes, el proceso electoral y los desafíos que enfrenta esta nueva
administración en su propósito de dar continuidad a una transformación nacional
profunda.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador
(2018-2024) significó una ruptura con el modelo neoliberal y una
reconfiguración del Estado con base en la justicia social, la inclusión y la
lucha contra la corrupción. Su mandato se sustentó en una “economía moral” que
priorizaba a los más pobres, con programas sociales masivos y un enfoque ético
de la administración pública. Entre sus logros destacan la reducción de la
pobreza en más de cinco millones de personas, el aumento del salario mínimo, la
expansión de programas sociales y la revalorización del Estado como regulador
de la economía.
La Cuarta Transformación (4T) fue presentada como un proceso histórico comparable a la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, y sus principios rectores —“no mentir, no robar, no traicionar”— guiaron una gestión orientada al bienestar del pueblo. Su legado sentó las bases para un segundo periodo de transformación, ahora encabezado por Sheinbaum.
Claudia Sheinbaum y las Elecciones
2024
Claudia
Sheinbaum es una científica y política de trayectoria destacada, con formación
en física y medio ambiente. Fue Secretaria del Medio Ambiente del Gobierno del
Distrito Federal (2000-2006) durante la jefatura de gobierno de López Obrador,
y posteriormente Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2024).
Su administración se caracterizó por el impulso
de políticas ambientales, programas sociales y obras de infraestructura. Su
cercanía con el presidente saliente y su identificación con los principios de
la 4T la convirtieron en la figura idónea para dar continuidad al proyecto. Su
perfil técnico y político fue clave en su consolidación como candidata.
La selección de la candidatura presidencial
dentro de Morena se realizó mediante encuestas abiertas, un proceso que generó
competencia interna entre figuras como Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y
Gerardo Fernández Noroña. Claudia Sheinbaum resultó ganadora por su alta
aceptación popular, su cercanía con AMLO y su capacidad de gestión comprobada.
El proceso se planteó como una forma de legitimación democrática interna, aunque no exento de críticas. Sin embargo, la unidad partidaria se mantuvo y permitió lanzar la candidatura con el respaldo de una coalición sólida denominada "Sigamos Haciendo Historia", integrada por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México.
El proceso electoral 2024
La
jornada electoral de 2024 fue una de las más grandes en la historia democrática
de México, con la renovación de más de 20 mil cargos públicos, incluyendo la
Presidencia, el Congreso de la Unión, nueve gubernaturas, congresos locales y
ayuntamientos.
La participación ciudadana alcanzó niveles
históricos y fue reconocida por organismos internacionales. Claudia Sheinbaum,
como candidata de la coalición oficialista, centró su campaña en la continuidad
del proyecto de la 4T, la justicia social, el medio ambiente y la seguridad. Su
principal contrincante fue Xóchitl Gálvez, candidata del bloque opositor, cuya
narrativa se enfocó en frenar lo que llamaban autoritarismo y centralización
del poder. La campaña se distinguió por una intensa movilización territorial,
uso estratégico de redes sociales y un discurso que combinaba continuidad con
innovación. El proceso fue supervisado por el INE y contó con observadores
internacionales que, en su mayoría, validaron la transparencia del proceso. A
pesar de algunas tensiones y señalamientos, los resultados fueron contundentes
y reflejaron una voluntad mayoritaria por mantener el rumbo iniciado en 2018.
El triunfo de Claudia Sheinbaum con más de 35.9
millones de votos —el 59.76% del total— no solo consolidó su liderazgo, sino
también el de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”. En el ámbito federal,
Morena y sus aliados lograron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados
con más del 60% de los escaños, y mayoría simple en el Senado.
En las nueve gubernaturas en disputa, la
coalición oficialista ganó siete, ampliando su presencia a 23 de las 32
entidades federativas. En términos municipales, Morena obtuvo cerca del 52% de
las alcaldías, consolidando su presencia en zonas urbanas clave como la Ciudad
de México, Guadalajara y Monterrey. El Partido Acción Nacional (PAN) conservó
bastiones como Guanajuato y Querétaro, mientras que el PRI sufrió una pérdida significativa
de espacios. Movimiento Ciudadano mantuvo presencia focalizada en Jalisco y
Nuevo León. Estos resultados reflejan no solo el respaldo popular al proyecto
de transformación, sino también la fragmentación de la oposición y la
consolidación de un nuevo mapa político nacional con un claro predominio del
oficialismo.
Conclusión
La
elección de Claudia Sheinbaum representa la continuidad del proyecto político
iniciado por López Obrador, ahora con un enfoque técnico, de consolidación
institucional y sostenibilidad.
El “segundo piso” de la Cuarta Transformación
implica no solo continuar los programas sociales, sino profundizar las reformas
estructurales en seguridad, economía y gobernanza. Con el respaldo ciudadano
más amplio en la historia moderna, Sheinbaum asume la responsabilidad de
responder a una sociedad que exige justicia, eficiencia y participación
democrática.
El reto no será menor: equilibrar continuidad con innovación, y mantener la legitimidad en un contexto nacional e internacional desafiante. México sigue transformándose.
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