miércoles, 2 de abril de 2014

El Arte del Renacimiento

Leonardo Da Vinci. Autorretrato. El hombre del Vitrubio

Hermosillo Sonora, Abril 1 de 2014.

Raymond Bayer, en su Historia de la estética (2011), brinda una magnífica visión del cambio ideológico que surge con el Renacimiento, particularmente lo que sucede durante el Quattrocento italiano, del cual apunta:
 
“Al rigor fijo de la tradición le suceden, en los albores del Quattrocento, los tanteos de la inteligencia. La tranquila y beata certidumbre de los últimos giottistas se esfumó. Se vive en Florencia una aventura de la ciencia, una sed de descubrimientos que conduce todo aquello que tenía que ver en la creación artística directamente del arcaísmo al clasicismo. Y este surgimiento de descubrimientos constituye la juventud misma y la fisonomía del nuevo siglo. Tales hallazgos acompañarán en Florencia la fuerte tendencia hacia un naturalismo sui géneris que revelará características propias.
Al llegar a su fin el giottismo, desaparece la pintura espontáneamente cristiana. Los objetivos del arte se hacen autónomos, el arte se independiza y se convierte en laico, como puede verse en Masaccio. De aquí nace la pintura que representa figuras por ellas mismas. Se requiera la enseñanza de los maestros pintores, no ya de los teólogos. Los papas no tardarán en favorecer una pintura que tomará a la religión como mero pretexto. La predicación cede la pintura a la estética. Suele citarse a Perugino (1446-1524), quien jamás quiso creer en la inmortalidad del alma, y a Leonardo (1452-1519), quien deseó recibir la instrucción de la fe católica apenas en su lecho de muerte.
El gusto por el mundo sensible es decisivo. El universo material, de ahora en adelante, inspira amor por sí mismo y ya no como lenguaje simbólico. A esto se debe la primera conquista de Florencia: el cuerpo y la figura humanos.” (Bayer, 2011: 101)
 
El artista, surge independiente, con su individualidad, personalidad e intereses estéticos propios. Su labor es motivo de contrato, tanto por religiosos como por civiles. El mecenazgo propicia el desarrollo de los talleres en donde los aprendices reciben la lección de los artistas. La creación artística es resultado de la conjugación de la imaginación, la memoria y el razonamiento: sus temas son la naturaleza y el realismo, si bien se incorporan alguna dosis de idealismo y las creencias religiosas aún poderosas en la mente de la población. La incredulidad, investigación, contrastación, inventiva, etc. son los métodos que dan rumbo a la labor de los artistas del renacimiento. Se busca explicar por métodos racionales y mediante la experimentación aplicar los nuevos conocimientos.
 
Andrea del Verrocchio. Retrato de Lorenzo El Magnífico

Con la aparición de la clase burguesa también surge la cuantificación y medición de todo lo que rodea y tiene que ver con el hombre. Es fundamental cuantificar las ganancias, los costos, mercancías, y sus ventas. Hay que medir los territorios de los que son propietarios, distancias a recorrer en la movilización de las mercancías, pesar tanto insumos como productos, evaluar desempeños de los proceso, instrumentos e incluso de la acción humano.
 
La duda respecto a los actos de fe, de los pecados originales y otras creencias, ritos y explicaciones dogmáticas plantea explicaciones basadas en los hechos y la certeza de los fenómenos concretos. Qué produce las enfermedades, por qué los problemas con los cultivos, qué es lo que explica el cambio climático o el movimiento de los astros de su posición en la bóveda celeste, o bien de qué manera se explica el vuelo de las aves, o cómo levantar edificios o murallas que sirvan tanto de cobijo como de seguridad ante el acoso de invasores. Preguntas que requieren de respuestas, y respuestas que han de ser útiles para la vida humana en todos sus campos de manifestación, esto es lo que surge con el Renacimiento.
 
Por ello, en el plano político se vuelve necesario cambiar el esquema segmentado de la organización feudal por otro centralizado basado en el poder de un monarca fuerte, basado en leyes y capaz de movilizar a la población en torno a la idea del Estado nación emergente.
 
A partir del Siglo XV, opera una revolución tecnológica, con grandes inventos como la brújula, imprescindible para los nuevos descubrimientos y colonizaciones en ámbitos ultramarinos; el telescopio que ubica al hombre en su pequeñez frente al universo y que le permite conocer a la distancia más de su propio mundo, cambiando su visión geocentrista por otra donde el sol asume el papel relevante.
 
En lo militar, el uso de la pólvora propicia una revolución en estrategias y en el dominio de la guerra, plantea, además, la generación de nuevas armas bélicas. La cultura escrita antes restringida a los monasterios, será exponenciada con la creación de la imprenta por Gutenberg, permitiendo el acceso a mayores segmentos de la población, volviéndose secular y propiciando la creación de instituciones educativas.
 
Museo Gutenberg, Alemania. Réplica de la Imprenta de Gutenberg

Al concluir el siglo XIII algunos artistas tomaron conciencia del legado dejado por Grecia. Se le tenía como una de las épocas más importantes del arte occidental por la estética que fue desarrollada, donde el interés por la perfección y el cuidado de las obras que se habían conservado o recuperado dejaban claro que representaban un mejor ejemplo que el que podía desprenderse de las obras medievales, poco interesadas en el cuidado, composición, proporción y perspectiva tanto en la pintura como en la escultura.

A lo largo de dos siglos, el interés por recuperar los ideales de la cultura helenística se constituirá en un proceso lento, pero cuidado, en el que se hilan desarrollos estéticos, conceptuales y técnicos sobre el arte. Este entramado inicia, como preámbulo, con Giotto, y culmina con las manifestaciones manieristas iniciadas en los trabajos de Miguel Ángel Buonarroti.
 
Giotto di Bondone. Maestà di Ognissanti (c. 1310)

Giotto di Bondone (1267-1337) es considerado el antecesor del Renacimiento. Se reconocen en sus pinturas el trato tridimensional de sus composiciones, el manejo de expresiones faciales, de sombras y de sus drapeados. Dio pie al denominado Proto-Renacimiento representado por artistas como Duccio Bonnsegna, Simnoe Martini, los hermanos Pietro y Ambrogio Lorenzetti.
 
La reconfiguración del Arte, en particular la pintura y la escultura, ocurre en Italia. El Renacimiento, según Giorgio Vasari, representa el nuevo nacimiento del arte antiguo; con él se renueva la cultura de la antigüedad clásica, y se pretende superar la “edad oscura” que significa la Edad Media.
 
Para analizar este importante periodo de la historia del Arte, los especialistas han precisado dos grandes periodos de análisis: el Primer Renacimiento o Renacimiento del Quattrocento que comprende el siglo XV, y el Segundo Renacimiento, conocido también como Alto Renacimiento o Renacimiento del Cinquecento, el cual comprende de fines del siglo XV a las primeras décadas del siglo XVI.
 
Durante el Quattrocento italiano se inicia la distinción respecto al Gótico, dándose mayor importancia a lo figurativo, la perspectiva y la proporción del cuerpo humano. La plenitud del Renacimiento se encontrará en el Cinquecento.
 
Michelangelo Buonarroti. Pietà. 1498-1499

Con el propósito de contar con una visión general de estos dos momentos del Renacimiento, en el siguiente cuadro comparativo se presentan los rasgos característicos de cada uno de ellos.


Cuadro comparativo entre la pintura del primer y el segundo Renacimiento
Característica
Primer Renacimiento o Quattrocento
Segundo Renacimiento o Cinquecento
Periodo
Siglo XV
Fines del Siglo XV y principios del Siglo XVI
Artistas
Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai Masaccio (1401-1428)
Fra Angelico (1387-1455)
Paolo Uccello (1397-1475)
Filippo Lippi (1406-1469)
Sandro Botticelli (1445-1510)
 Domenico Ghirlandaio (1449-1494)
Andrea Mantegna (1431-1506)
Piero della Francesca (1415-1492)
Leonardo Da Vinci (1452-1519)
Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564)
Rafael de Sanzio (1483-1520)
 
Estilo
§ Se distingue del Gótico, introduce la perspectiva y la proporción humana.
§ Inicia la recuperación del ideal clásico.
§ Incluyen temas religiosos e introducen la alegoría, la mitología y el retrato.
§ Inicia el análisis científico de la perspectiva y el espacio tridimensional.
§ Se abandona la rigidez gótica y se trabaja la figura humana.
§ Empieza a incluirse la naturaleza como fondo de las composiciones.
§ Se introducen los desnudos.
§ Etapa culminante de la pintura renacentista, denominada Clasicismo.
§ Los pintores asimilan las novedades y la experimentación cuatrocentistas y las llevan a niveles más amplios y creativos.
§ Aparecen los grandes maestros, cuyo trabajo será modelo a los artistas durante siglos.
§ El primer maestro es Leonardo, artista multidisciplinar, intelectual y obsesionado con la perfección.
§ Aportó innovaciones como el sfumato o claroscuro, la delicada gradación de la luz que otorga a sus pinturas una gran naturalidad, a la vez que ayuda a crear espacio, así como la importancia que da al paisaje en sus composiciones (el doble paisaje para ambientar y crear perspectivas)
§ Desarrolla el estudio científico en sus composiciones e incluye el simbolismo y misterio en sus obras.
§ El otro gran genio de este periodo es Miguel Ángel, el más grande escultor que trascendió en el campo de la pintura y la arquitectura.
§ El hombre es centro de las esculturas y pinturas  
§ Hace un uso depurado de las proporciones y el manejo anatómico de los cuerpos desnudos.
§ Los frescos de la Capilla Sixtina, además de su valor estético, dejan ver su visión del mundo y externan su atormentado mundo interior.
§ Rafael de Sanzio, según Vasari, completa la triada de genios del Clasismo.
§ Su pintura se interesa en la grazia o belleza equilibrada o serena.
§ Muerto muy joven, sus madonas incorporan las innovaciones de Leonardo en cuanto a composición y manejo del claroscuro.
§ Sus últimas obras influyen en el surgimiento del manierismo.
§ A partir de la tercera década del siglo XVI surge el Manierismo, contando con reconocidos pintores como Pontormo, Bronzino, Salviati y Parmigianino. En esta perspectiva, pero con un estilo más clásico se encuentran Corregio, Andrea del Sarto y Sebastiano del Piombo.
§ En Venecia se desarrollará una escuela cuyo interés será el color y el retrato. Artistas representativos son Giovani Bellini y Giorgione como precursores, Tiziano como el gran artista de esta escuela, y TIntoretto, Veronese y Palma el Viejo, quienes en la última etapa profundizarán en el manejo del color y la luz, y pasarán del manierismo al barroco.
Lugares
Florencia
Padua
Venecia
Umbría
Florencia
Roma
Venecia

 
 
 
 
 
 
 

 

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