miércoles, 2 de abril de 2014

La Evaluación Ex-Post de los Proyectos


AOA. 2013 Tzompantli Posmoderno

Hermosillo Sonora, Abril 1 de 2014.
 
 
De la importancia de la Evaluación

En su obra Administración Industrial y General (1916), Henri Fayol distinguió seis funciones básicas presentes en cualquier tipo de organización: las funciones técnicas, comerciales, financieras, de seguridad, contables y administrativas. Estas últimas las consideró como las más importantes en el sentido de que permiten la coordinación y sincronía de las demás funciones, orientando el trabajo organizacional en el logro del objetivo básico de generar los mayores índices de productividad y, por consecuencia, de beneficio económico para la empresa.

Para Fayol, las funciones administrativas comprenden la labor de prever, organizar, mandar, coordinar y controlar; tales funciones presentan una unidad procesal cuyo cumplimiento permite el logro de objetivos y metas. Esta propuesta fue desarrollada posteriormente mediante la categoría que conocemos como el Proceso Administrativo.

La manera de verificar que el plan original de la organización sea haya cubierto y alcanzados los objetivos y metas preestablecidos se da por medio de la función de Control; el empleo de instrumentos y sistemas de control permite evaluar resultados, rendimientos e impactos. Se mide y evalúa con el fin de determinar si se cumplieron con los objetivos y metas del organismo y sus departamentos; se verifica que la estrategia prevista se lleva a cabo o si una vez concluido el proyecto dicha estrategia se llevó en los términos previstos; la evaluación también permite corregir rumbos desviados o fallas en el proceso; sirve para evaluar alternativas emergentes que se emplean para mejorar procesos y resultados; también permite evaluar el desempeño de áreas, programas, proyectos, procesos, políticas y personas; incluso, la evaluación se convierte en un referente para recompensar o castigar cuando se ha cumplido o bien se falló en la realización de las funciones y procesos encomendados.


La Evaluación Ex-Post

Como lo propone el Profesor Juan José Miranda en su obra Gestión de Proyectos (2010: 32-33), la evaluación ex-post “…tiene como objetivo principal verificar los impactos y resultados de la operación frente a lo programado inicialmente, con el fin de guiar la formulación y elaboración de nuevos proyectos.”

Como parte de la función de control es posible distinguir tres momentos de la evaluación, la previa o Ex-Ante, la que se realiza Durante el Proceso, y la final o Ex-Post. Analizadas las dos primeras por el autor, plantea que la evaluación Ex-Ante busca “…determinar mediante la aplicación de técnicas cuantitativas y/o cualitativas la conveniencia o no, de asignar recursos hacia un uso determinado” (2010: 20), en tanto que la evaluación en Proceso “…se orienta a verificar y corregir, cuando se crea conveniente, la forma en que se asignan los recursos (2010: 25).

La evaluación se concibe como un proceso dinámico y permanente. Su pretensión es aportar a la racionalización del trabajo en las organizaciones, ello mediante el estudio, análisis, revisión y comprobación sistemática de los resultados generados en relación con los objetivos organizacionales deseables. Los tres tipos de evaluación señalados se integran desde el inicio del proceso administrativo para hacer posible dicho cometido.

En relación con la evaluación Ex-Post, se le ve como la evaluación requerida en el momento que concluye cada etapa del Ciclo del Proyecto: la evaluación en la etapa de ejecución sirve para analizar cada fase previa, como la identificación y determinación del perfil del proyecto, la formulación, la evaluación, la negociación hasta la conclusión de la fase de ejecución, en tanto que al concluir la etapa de operación del proyecto, la evaluación ayuda a reconocer los resultados del proyecto y determinar su éxito o fracaso.

Por consecuencia, sin que ello implique el monitoreo continuo de las acciones llevadas a cabo durante el Ciclo del Proyecto, su aplicación al cierre de cada fase permite a los decisores contar con elementos para ponderar la pertinencia de continuar con lo realizado, hacer ajustes o, incluso, determinar si es conveniente hacer cambios radicales o bien terminar con el proyecto.

La evaluación Ex-Post retroalimenta: representa conocimiento y experiencia para valorar los proyectos y sus impactos en los diferentes sectores del desarrollo implicados, así como la calidad de la gestión de los responsables de su formulación, ejecución y operación.


La Evaluación Ex-Post y la Terminación de Proyectos

Con relación a los proyectos gubernamentales se hacen señalamientos de que en ciertos casos la evaluación Ex-Post es poco útil, si no es que sólo sirve para cumplir formalmente con los requisitos de informar a las instancias de control. Por ejemplo, en razón de la evaluación del desempeño de los servidores públicos o el de los organismos involucrados en la realización de los proyectos, se observa que los resultados de la evaluación sirven poco a la sanción de la acción, en los términos de que se recompense el éxito o se castigue la omisión, el incumplimiento y los errores.

Por otra parte, cuando se relaciona la evaluación con los procesos políticos que regularmente se observan en las acciones de gobierno, se cuestiona que el destino de las evidencias que recoge la evaluación sea el de su “maquillaje” o bien la “congelación” de los dictámenes que de ellas derivan. Incluso, los calendarios de renovación de las administraciones en los tres ámbitos de gobierno –federal, estatal y municipal– se constituyen en fechas en que programas y proyectos de gobierno se ven amenazados de ser terminados sin una evaluación que fije ese destino.
 

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