Hermosillo Sonora, 27 de Octubre de 2014.
En la historia del pensamiento publiadministrativista es posible
identificar autores que han trascendido por su aportación en la definición,
delimitación y análisis del estudio de la Administración Pública.
Lugar significativo ocupan aquellos a los que llamamos clásicos de una disciplina específica; sea porque son sus fundadores o bien porque sus aportaciones a la configuración del sistema de conocimientos teóricos constituyen un lugar de referencia común de las comunidades científicas que cultivan ese campo de estudio.
Lugar significativo ocupan aquellos a los que llamamos clásicos de una disciplina específica; sea porque son sus fundadores o bien porque sus aportaciones a la configuración del sistema de conocimientos teóricos constituyen un lugar de referencia común de las comunidades científicas que cultivan ese campo de estudio.
La herencia intelectual que nos proveen estos pensadores resulta
de su posición como fundadores o constructores del campo disciplinario, además
de la claridad y rigurosidad con la que abordan el objeto de estudio. Sus
planteamientos han resistido el paso del tiempo, constituyéndose en marco
teórico, esquema metodológico y un elemento heurístico para el estudio,
reflexión y análisis de los problemas y asuntos de interés actual.
Importa, por supuesto, el contexto en el que elaboraron sus
aportaciones teóricas, siendo éstas fundamentales en la explicación de la realidad de
su tiempo y espacio; sin embargo esto no limita su relevancia en tanto que
estas contribuciones quedaron para que en las posteriores generaciones y en diferentes
lugares fuesen asimiladas sirviendo como imprescindible fuente de consulta.
En el estudio de la Administración Pública, es el caso, en este
selecto grupo podemos integrar al estudioso alemán Johannes Heinrich Gottlob
Von Justi, a quien se debe el análisis más profundo de la Ciencia de la
Policía, es decir, de la Administración Pública del Estado Absolutista
Ilustrado. Indudablemente emerge de manera significativa la figura y obra de
Charles-Jean Baptiste Bonnin, el gran pensador liberal francés, quien es el
fundador de la Ciencia de la Administración del Estado Moderno.
En México se reconoce la obra de Luis de la Rosa y Oteiza como la
aportación primigenia de la disciplina de la Administración Pública en el país.
También tienen una posición relevante los tratadistas españoles Francisco
Agustín de Silvela, Javier de Burgos, Alejandro Oliván, Manuel Ortiz de Zúñiga,
José Posada de Herrera y Manuel Colmeiro, quienes desde el ámbito del derecho
administrativo realizaron importantes aportaciones al estudio de la
Administración Pública.
Los trabajos de dos estudiosos alemanes habrían de considerarse como
aportación conspicua en la teoría de la Administración Pública: la del
prestigioso Lorenz Von Stein a quien se reconoce como heredero de la tradición
cameral alemana y cuyo análisis de la dialéctica existente entre el Estado y la
sociedad aún fundamenta las reflexiones sobre el quehacer gubernamental en una sociedad dividida en clases; en una perspectiva diametralmente opuesta, se encuentra la propuesta
del materialismo histórico y dialéctico de Karl Marx, quien sentó las bases para
un estudio crítico y alternativo de la acción gubernamental.
Los norteamericanos han reconocido a Woodrow Wilson como el
fundador del estudio de la Administración Pública en ese país; de su trabajo se
desprende una larga discusión teórica a lo largo de buena parte del siglo XX
respecto a la definición del quehacer público, y sus ideas siguen sugiriendo
reflexiones al respecto.
Esta lista no estaría completa sin el nombre de Florentino
González Vargas, político, funcionario e intelectual colombiano cuya obra ha
sido referente en diversos países del cono sur americano, y que ha trascendido
hacia universidades de diferentes partes del orbe.
El colombiano José Camacho Carreño (Prólogo de las Memorias de Florentino González, 1932),
dijo que …”Después de Andrés Bello, Florentino González es quizá
el jurisconsulto americano cuyas creaciones ejercieron mayor influjo; clásico
genuino de la concepción y del lenguaje, cuya estrella que alumbró tantas obras
de mérito que el romántico prodigando regalaba, se halla próxima a caer en
definitivo olvido. (…) la sabiduría de este socorrano, que evoco para mi ciudad
maternal, no se ejercitó sólo en Colombia sino se derramó por el continente en
obras y enseñanzas y llegó hasta a amaestrar la legislación de naciones amigas.
Su patria debe, pues, glorificar a este prócer y recoger y ahijar sus obras que
reverencian otros pueblos, como darle sitio en el corazón a su recuerdo…”
Por
su parte, el distinguido investigador mexicano Omar Guerrero Orozco ("La
trascendencia de los Elementos de Ciencia Administrativa: estudio introductorio”,
1997), destaca que dentro del cultivo de la Ciencia de la Administración, con su
obra Elementos de Ciencia Administrativa. Comprende el bosquejo un Sistema de Administración Pública para un
Estado Republicano, corresponde
a Florentino González inaugurar en América Latina y en los países de habla
hispana el estudio de esta disciplina, al respecto apuntó: “En contraste,
frente a don Agustín de Silvela, Florentino González estaba dotado de sensibilidad
para comprender la trascendencia histórica del cultivo de la nueva ciencia, y
con grandeza de ánimo elaboró los Elementos de Ciencia Administrativa, que
Silvela no quiso o no pudo desarrollar, y por lo tanto, le corresponde el
enorme mérito de ser el fundador de la ciencia de la administración en nuestra
lengua y en nuestra cultura.”
En el siguiente vídeo se presenta un
acercamiento a la importante obra de este colombiano universal.