Edificio de la sede actual de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora. AOA.
Hermosillo Sonora a 26 de junio de 2020.
Fragmento del segundo
capítulo del libro Escultura sonorense. Aportaciones de la Licenciatura en
Artes Plásticas de la Universidad de Sonora. Colección
“La Mirada del Búho” No. 6. Departamento de Desarrollo y
Producción Editorial de la Universidad de Sonora. Universidad de Sonora, México, 2020. ISBN de la Colección 978-607-518-130-1; ISBN:
978-607-518-364-0. Pp. 35-42.
Formación profesional en Artes Plásticas en la Universidad de Sonora
En noviembre de 1991 se promulgó la Ley
4 Orgánica de la Universidad de Sonora. Mediante este referente institucional
la Universidad se reorganizó académica y administrativamente, asumiendo el
modelo divisional-departamental. En el Artículo 5 de los Transitorios de la Ley
se presentó la conformación de las unidades regionales de la Universidad,
creándose en la Unidad Regional Centro, con sede en Hermosillo, la División de Humanidades
y Bellas Artes, en donde quedó integrado el Departamento de Bellas Artes.
Años
atrás había surgido el reclamo laboral de nivelar salarialmente al personal
docente de las áreas de Bellas Artes y Deportes. Con la Ley 4 se creó el
Departamento de Bellas Artes y con esto surgió la necesidad de estructurarlo
académicamente con el diseño curricular de los programas académicos que lo
conformarían.
Paralelamente
se iniciaron los procesos de nivelación profesional de los profesores de las
antiguas academias, lo que les permitiría cumplir con el requisito establecido
en el Estatuto de Personal Académico de contar con una preparación profesional,
y el de diseño curricular de los programas académicos, que por su parte
sentaría las bases para su adscripción laboral.
Nombrada como Jefa del Departamento de Bellas Artes, de acuerdo con lo
señalado en la nueva Ley, la Maestra María Rita Plancarte Martínez se dio a la
tarea de buscar entre las universidades del país que ofrecían la Licenciatura
en Artes una con la cual se pudiera realizar un convenio para realizar estudios
semipresenciales y, posteriormente, obtener el grado de licenciatura. Fue con
la Universidad Autónoma del Estado de Chihuahua con la que se acordó un
programa de nivelación de profesores; para acceder al mismo, algunos de ellos,
como Ciro Sotelo, Enrique Rodríguez y Gustavo Ozuna, reconocidos artistas y
docentes, tuvieron que cursar los estudios de preparatoria abierta.
De
1994 a 1997 se dio este proceso para acreditarse con el título de Licenciado en
Arte. Los primeros en titularse fueron los maestros Rosa Angélica Santana
Corrales, Alfredo Velarde, Ciro Sotelo Cruz y Enrique Rodríguez Zazueta. Por
parte de la universidad chihuahuense este proyecto tuvo gran apoyo del entonces
director del Instituto de Bellas Artes de esa institución, el Maestro Manuel
Talavera Trejo, fallecido en 2017 y quien es considerado el padre del teatro en
esa entidad.
En la fundamentación del nuevo plan de estudios se reconoció
la importancia de vincular a los artistas con los docentes, investigadores e
intelectuales en una comunidad orientada a la búsqueda del conocimiento, la
verdad, la justicia y la razón, y reconocía la especificidad del Arte como
forma específica de conocimiento disciplinario.
Este plan
de estudios formulado durante el año 1997, y aprobado al año siguiente, orientó
la formación de los estudiantes de Artes Plásticas como ejecutantes de su
especialidad (pintor, grabador o escultor), los cuales habrían de contar con «los conocimientos y habilidades necesarios para realizar
actividades artísticas a nivel profesional, con capacidades para aplicar
teorías y técnicas relevantes a su práctica específica.»
(Plan de Estudios LAP, 2008: 7)
El Plan de
estudios de la Licenciatura en Artes, Opción Artes Plásticas, se integró en
diez semestres, contando, a partir del quinto semestre con áreas de
concentración en Pintura, Escultura y Grabado. Con un total de 441 créditos,
incorporaba 65 materias impartidas en un total de 107 horas de teoría y 227
horas de práctica.
Buscando
certificar la calidad del programa educativo, por recomendación del Comité
Interinstitucional para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), en el
proceso de reforma curricular del año 2008 se reorientó la formación
profesional como Ejecutante Artístico hacia la de Creador Artístico. Se
consideró que ésta es una definición más adecuada a la manera en que se le ve
socialmente, cuestionando que la formación del Ejecutante «…se
refleja en los talleres, que se reducen al entrenamiento técnico y no abordan
los problemas de la expresión como impulso para la creación… [mientras que] El
creador se reconoce por su obra y, en este sentido, es reconocido creador, lo
que redunda en autoafirmación y capacidad creativa.»
(Plan de Estudios LAP, 2008: 10)
Sin
embargo, como se desprende de los objetivos generales de este proyecto
curricular, la orientación de la formación profesional del estudiante no quedó
plenamente diferenciada, pues, si bien en el primer objetivo se propuso la
formación de profesionales de las artes plásticas «Capaces
de desempeñarse en las funciones de creación, enseñanza, capaces de contribuir
a la formación de artistas plásticos y el conocimiento artístico», en el segundo objetivo se insistió en el desarrollo del
oficio al plantear que esta formación permitiría al estudiante contar «Con el dominio de las herramientas suficientes para poder
trasmitir de manera adecuada sus conocimientos artísticos.» (Plan
de Estudios LAP, 2008: 18)
Sin
ahondar más en el sentido del perfil como creador, resulta interesante la
manera en que se plantea, al momento de exponer los objetivos específicos del
programa, el interés por «Habilitar al estudiante con
herramientas teóricas, metodológicas y procedimentales para su desempeño en el
campo de las artes plásticas», y también «…para su desempeño en el ejercicio de la enseñanza de las
artes plásticas.» (Plan de Estudios LAP, 2008: 18)
Otro
elemento significativo es la manera en que se piensa al estudiante como futuro
actor de proyectos de gestión e investigación en las artes plásticas e,
incluso, con posibilidades de incursionar en estudios de posgrado; para esto,
se propone fomentar en los estudiantes «…actitudes que lo lleven a ejercer la
profesión de manera responsable, reflexiva, tolerante y bajo un estricto apego
ético.» (Plan de Estudios LAP, 2008: 18)
A
partir de estos propósitos, se propone que la formación profesional del
estudiante de la Licenciatura en Artes Plásticas se encauce de manera integral,
respondiendo a las tres actividades sustantivas universitarias, la docencia, la
investigación y la divulgación.
El
nuevo plan de la carrera de Artes Plásticas se configuró bajo las
prescripciones del llamado Nuevo Modelo Educativo de la Universidad de Sonora,
el cual se había formalizado en octubre de 2002 por el Colegio Académico de la
Universidad, con la pretensión de desarrollar las características de una
formación básica sólida, la flexibilidad de los planes de estudio, el
compromiso con la realidad social del país, vinculación directa a los sectores
productivo y social, centrados en el autoaprendizaje del estudiante como nuevo
paradigma educativo basado en la educación permanente, y con un amplio
compromiso con el estudiante.
De
esta manera, de acuerdo con este modelo, el
Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas quedó estructurado en
cinco ejes formativos: de formación común, formación básica, profesional,
especializante y el eje integrador. En la práctica, estudiantes y profesores de
diversos programas académicos de la Universidad, incluyendo los de Artes
Plásticas, han señalado las fallas del modelo, particularmente en lo referente
al eje de formación común y sus cuatro asignaturas, las cuales se atienden de
manera diferente a las demás del plan de estudio, incluso procrastinando su
acreditación.
Respecto al plan vigente, el Informe de Evaluación
Diagnóstica de la Licenciatura en Artes Plásticas realizado en 2015 por el
CIEES alude a la necesidad de concreción de la misión y objetivos del Plan de
estudios mediante el fortalecimiento de los programas de docencia, investigación
y difusión de la cultura y la ciencia. Como se apuntó, el programa de
Licenciado en Artes Plásticas ha canalizado sus esfuerzos a la labor docente y,
mediante exposiciones, eventos culturales internos y externos a la universidad
viene cumpliendo con lo relativo a las acciones de difusión. Un área de
oportunidad se presenta en fomentar la labor investigativa con el fin de
promover la generación de conocimiento por profesores y estudiantes a favor de
la docencia o bien para su divulgación en congresos, foros y productos
editoriales.
En relación
con la categoría destinada al Modelo Educativo y plan de estudios, CIEES recomendó la reestructuración del
plan de estudios para posibilitar la formación integral de los estudiantes, de
manera congruente con la misión de la institución y de su modelo educativo.
Esto lleva a pensar en la manera en que participan los diversos actores del
Plan de Estudios, su correspondencia con los propósitos institucionales y los
resultados que cada uno aporta para la consolidación del programa y la
formación sólida e integral de los estudiantes. Conviene la reflexión
metacognitiva acerca del papel de cada uno en este proceso y las consecuencias
que esto tiene para cada quien.
Como
actores fundamentales del proceso profesional de E-A, CIEES propone que los
miembros del personal académico atiendan tres grandes propósitos:
primero, su formación disciplinaria y pedagógica, que les permita
cumplir con su rol en las tres funciones básicas de la Universidad y, a la vez,
involucrarse en los programas de estímulos apoyos a la labor académica;
también, se reconoce la necesidad de que este personal reencauce su labor a
la producción académica, propiciando la recuperación de la investigación y
su interacción con las otras funciones básicas, esto, considero, tendría que
reflejarse en el trabajo editorial de apoyo a la docencia, a la divulgación del
conocimiento y la cultura, y a fomentar una cultura del trabajo investigativo;
finalmente, se recomienda impulsar la labor colectiva de los académicos, lo
cual propiciaría el intercambio de experiencias con sus pares, la
retroalimentación pedagógica y disciplinaria con efectos inmediatos en el
trabajo en las aulas, laboratorios y talleres, la construcción de redes y la
consolidación de líneas de investigación en donde se involucre a la comunidad
estudiantil, así como es establecimiento de alianzas para realizar acciones en
favor de la difusión de productos artísticos, culturales y científicos.
Obra escultórica del profesor Alfredo Velarde González. AOA
Considerando
que estas propuestas tendrán resultados en el mediano y largo plazos, no habría
razón para que, de manera inmediata, cuidando las dimensiones en que se hacen
las recomendaciones de CIEES, de manera colegiada la planta académica no asuma
el compromiso de realizar y registrar acciones que sirvan al fortalecimiento de
su labor docente; la Universidad ofrece permanentemente cursos, talleres,
seminarios y diplomados de formación pedagógica; existen convenios con
instituciones nacionales y locales que se pueden aprovechar para llevar a cabos
actividades de formación y actualización disciplinaria. Los mismos profesores,
acudiendo a su experiencia y especialidad profesional, o bien a su formación en
posgrados, pueden retroalimentar a sus pares adscritos al programa.
La
labor investigativa puede partir de pequeños estudios e investigaciones a
partir de las temáticas de los diferentes cursos que se imparten en este
programa. Esto ya ocurre de manera intermitente y, probablemente, sin tener
conciencia de que así sucede; ejemplos los encontramos en los diversos
ejercicios que se llevan a cabo en los talleres, en los cuales se pone más
cuidado a la ejecución que al concepto de creación y mucho menos se atienden
con el rigor de un estudio o investigación académica del nivel universitario.
Similar situación se puede observar en los laboratorios de color, o en aquellos
en donde se emplean programas informáticos.
La producción de materiales para
la educación o bien para su divulgación requiere del trabajo sistemático de escribir informes de investigación,
textos para la docencia, artículos para revistas especializadas, ponencias para
congresos, etc.; el mantener un programa de radio donde se hable sobre los temas propios de las Artes Plásticas, también
requiere de guiones documentados, de diseñar el programa de radio, y de
establecer una vinculación permanente con posibles invitados y analistas del
arte y la cultura; confeccionar libros y revistas de la especialidad, resulta
de la reflexión y la investigación; incluso, montar exposiciones exige orden y
entrega, sea para escribir y diseñar los catálogos, los materiales de difusión,
la conformación de conceptos de las exposiciones, así como la curaduría del
evento.
Por
76 años los universitarios han dedicado sus mejores esfuerzos a estas tareas.
Incipientemente, de manera voluntarista, más o menos sistemática, pero también
con programas establecidos y el compromiso de profesores y de generaciones de
alumnos. En este contexto de profesionalización en el que se han sumado muchos
empeños, la Universidad de Sonora sigue generando las condiciones para impulsar
la vida académica en torno a las Artes Plásticas. Los retos y oportunidades que
se presentan, sin lugar a dudas, habrán de ser atendidos en la formación de
creadores artísticos y trascender desde el campus universitario por los saberes
generados y las obras realizadas.
Karl Marx. Terracota. Obra de Arturo Ordaz Alvarez
Referencias bibliográficas:
Acha, Juan (2004).
Educación artística: escolar y profesional. Reimp. México: Editorial Trillas.
Acha, Juan (2011).
Introducción a la creatividad artística.
Reimp. México: Editorial Trillas.
Bozal, Valeriano (ed.) (1999). Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas
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Bunge, Mario (1969). La investigación científica. Su estrategia y su filosofía.
Colección Convivium. Barcelona:
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Castoriadis, Cornelius (2006). Figuras de lo pensable. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Eisner, Elliot W (2004). El
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García, Luis Enrique (1992). Siete Notas para Bellas Artes. Hermosillo: Talleres Gráficos de la
Universidad de Sonora.
Moncada Ochoa,
Carlos (2005). Historia General de la
Universidad de Sonora, I. El principio del principio 1938-1953. Hermosillo:
Talleres Gráficos de la Universidad de Sonora.
Documentos oficiales:
Ley Número 4 Orgánica de la Universidad de Sonora.
26 de noviembre de 1991.
Nuevo Modelo Educativo de la Universidad de Sonora 2002.
Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Plásticas 2008.
Comité Interinstitucional para la Evaluación de la Educación
Superior (CIEES). Informe de Evaluación Diagnóstica. Licenciatura en Artes
Plásticas. Universidad de Sonora. 2015.