Hermosillo Sonora a 15 de junio de 2020.
La
Universidad de Sonora abrió sus puertas en el año de 1942. Desde esos años los
esfuerzos de su comunidad universitaria han hecho posible que hoy en día sea
valorada como una de las principales instituciones de educación superior en el
país y, sin duda, la más importante del noroeste y de nuestra entidad.
En
el tiempo transcurrido ha destacado la presencia y trabajo de su comunidad
académica en los diferentes ámbitos del saber. Es larga la lista de los
profesores e investigadores cuya labor en las aulas, talleres y laboratorios ha
permitido la formación de generaciones de profesionistas comprometidos con el
desarrollo del estado y el país; una planta académica que, además, mediante la
generación y divulgación del conocimiento científico y tecnológico ha permitido
la consolidación de la actividad docente, de investigación y divulgación
científica y cultural de Sonora por cerca ya de ocho décadas.
El
propósito de estas líneas es realizar una sucinta semblanza de uno de los
distinguidos miembros de la comunidad académica de la Universidad de Sonora. En
este mes de junio de 2020, el maestro Gilberto Gutiérrez Quiroz, adscrito al
Departamento de Sociología y Administración Pública cumple 60 años como docente
de nuestra Alma Mater. Sea éste un reconocimiento a su estimulante ejemplo y
brillante trayectoria.
El compromiso con la Universidad
El primer encuentro con la Universidad de Sonora lo vivió
Don Gilberto a corta edad, al cursar sus estudios de normalista y
posteriormente de nivel preparatoria. Hace unos años, el maestro me compartió
lo significativo que fue para él aquel momento. Procedente de Ciudad Obregón,
en compañía de su padre, antes de cruzar las puertas de acceso al campus, su
papá se detuvo y se quitó el sombrero como muestra de respeto a la institución.
En su relato, el maestro destacó que ese momento selló su vínculo con la
Universidad, al ver a su padre, un hombre de trabajo, honrando a la que sería
su Alma Mater: en el gesto y la mirada de
mi papá comprendí el compromiso que yo tendría que asumir a partir de ese
momento.
Sus estudios como abogado los realizó en la Facultad de
Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Más adelante realizaría
estudios de posgrado en Administración Pública y de Negocios en la Universidad
de Columbia, en Nueva York.
Al año siguiente de haber obtenido su título profesional,
regresó a la Universidad de Sonora, esta vez para incorporarse a la labor
docente. De acuerdo con información que obra en el archivo de la Dirección de
Recursos Humanos de la institución, inició sus actividades como profesor
universitario el 15 de marzo de 1960. Salvo
contados momentos, su desempeño como docente se ha mantenido constante hasta
estos días.
Diferentes generaciones en distintos espacios de la Universidad
dan constancia de su labor como docente. Estudiantes de las antiguas escuelas
de Derecho, Contabilidad y Administración, Altos Estudios, Agricultura y
Ganadería, Ciencias Químicas y Trabajo Social tuvieron la oportunidad de
recibir la cátedra del maestro. En 1980 fue profesor de los estudiantes de la
primera generación de la entonces emergente Licenciatura en Administración
Pública; desde ese tiempo su presencia en las aulas de este programa educativo
ha sido permanente.
El Licenciado Gutiérrez Quiroz, además, fue Jefe de Extensión
Universitaria y Director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
de la Universidad. Como parte de sus funciones en el campo de la extensión
impulsó, en aquel entonces, la vinculación con otras instituciones nacionales e
internacionales. No hace mucho tiempo tuve la oportunidad de convivir con
estudiantes de otros países en una velada organizada en casa de una de las
hijas del maestro; esta labor la ha seguido realizando como forma de estimular
el talento de los jóvenes universitarios y para hacer sentir a quienes nos
visitan como parte de nuestra institución.
Otra faceta de su trabajo en la Universidad la llevó a
cabo como miembro del Consejo Universitario. Además, Don Gilberto participó
activamente como miembro precursor de la Fundación UNISON. Asimismo, resalta el
papel que realizó como miembro fundador y Presidente del máximo órgano de
gobierno de nuestra institución, la Junta Universitaria.
La labor
educativa
Tuve la oportunidad de ser alumno del profesor Gutiérrez
Quiroz durante mis estudios en la Licenciatura en Administración Pública. Hoy
somos compañeros en la comunidad académica de ese programa académico. Con el
tiempo y la convivencia he podido constatar que la conducta del maestro, tanto
personal como profesionalmente, se sustenta en un código de principios
fuertemente arraigados en él, lo que le permite ser congruente en el decir y el
hacer.
Podemos darnos cuenta de su respeto y creencia en el ser
humano. De manera muy cercana, profesa el amor a su familia. De allí el recuerdo
que tiene de sus padres y su esposa. También lo podemos ver en su relación con
sus hermanos, hijos y nietos. Pero este trato se puede observar, también, en la
forma que trata a sus alumnos, cómo los orienta y tutela durante sus estudios,
incluso una vez que ya egresaron de las aulas universitarias.
El profesor, cultiva todos los días su compromiso con la
labor educativa. Es un profesor de formación y de corazón. Su constancia y
presencia en las aulas universitarias por 60 años dan cuenta de ello. Desde su
incorporación a la planta docente de la Universidad sólo se ha ausentado por
breve tiempo, sea esto por motivos de enfermedad o por sus compromisos en el
ámbito de la vida pública. Sin embargo, previendo estas situaciones, el maestro
no ha descuidado la atención de sus educandos, pues se ha valido de reconocidos
profesionistas para que lo apoyen en la implementación de sus cursos, como son
el maestro Rubén Díaz Vega, el Licenciado Heriberto Tapia Macías e, incluso, su
propio hijo, Gilberto Gutiérrez Sánchez.
El compromiso con la formación de sus estudiantes se
refleja cuando dispone, al inicio de cada semestre, parte de su salario como
profesor de asignatura para que puedan adquirir los libros propuestos en el
programa de sus materias.
El apoyo a sus estudiantes lo lleva más allá del aula,
abriendo espacios en dependencias y entidades de gobierno para que puedan
realizar su servicio social universitario y las prácticas profesionales. Siendo
funcionario público, algunos alumnos realizaron estas actividades formativas en
oficinas que estaban bajo la autoridad del maestro. Esta misma práctica la
realiza en apoyo a los egresados universitarios, vinculándolos con funcionarios
de distintas dependencias y entidades de gobierno con miras a que puedan
acceder a un empleo en el servicio público.
Durante la exposición de su cátedra está presente el reconocimiento
a las aportaciones de la teoría, pero siendo un agudo observador de la realidad
y la práctica que la transforma, ésta siempre forma parte de sus exposiciones.
Tiene la facilidad de transmitir sus ideas. Alguien ha dicho que seduce al alumno y lo invita a pensar.
En el aula, como su alumno, no coincidí con varias de sus
ideas, sin embargo, me percaté de su calidad docente al mantener siempre una
posición de respeto al disenso y ser promotor de los consensos.
Como maestro, a su vez, siempre está estudiando,
actualizándose. En ese sentido, no resultó extraño que el año pasado concluyera
sus estudios de posgrado en la Maestría en Derecho
Procesal Penal Acusatorio y Oral de la Universidad.
De igual manera, es comprensible que, como parte de su curso de Sistema Político Mexicano, y en el
contexto de la pandemia que vivimos, entre los temas de análisis planteados a
sus alumnos haya programado el estudio de la Cuarta Transformación propuesta
por el gobierno federal, así como la reflexión sobre la presencia del Covid-19
en la vida social, política y económica del país y el mundo.
Con el fin de adecuarse a las exigencias de implementar estrategias
educativas a distancia, acudió a la asesoría y apoyo en el manejo de nuevas
tecnologías para estar en contacto con su grupo y poder así cumplir con los
objetivos de la materia.
Más allá
del espacio universitario
La vida profesional del Licenciado
Gilberto Gutiérrez Quiroz se ha traducido en una experiencia fructífera y
trascendente. Su papel como Notario Público al frente de la Notaría No. 81 de
Hermosillo, fue reconocido en 2019 con la Medalla “Diego de Godoy” por parte
del Notariado Mexicano en una ceremonia realizada en el estado de Veracruz, al
celebrarse los 500 años del primer acto notarial en el país. En su momento, Don
Gilberto fue Presidente de Notarios en Sonora, como también fue Presidente del
Colegio de abogados en la entidad. En su trayectoria profesional, se consigna
el haber sido el primer Presidente del Instituto Sonorense de Administración
Pública.
Cuenta con una extensa trayectoria
en el servicio público, ocupando cargos en diferentes instancias de los tres
poderes del Estado, en los tres órdenes de gobierno: Oficial Primero en el
Departamento de Intendencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
Auxiliar en la Dirección de Investigaciones Políticas de la Secretaría de
Gobernación, Agente del Ministerio Público en Hermosillo, Juez de primera
instancia en Hermosillo, Secretario de la Junta de Progreso y Bienestar de
Hermosillo, Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de Sonora, Director del
Departamento Jurídico del municipio de Hermosillo, Coordinador de Programas
Institucionales de la Distribuidora Consupo del Noroeste, así como Síndico
Municipal en Hermosillo.
Como representante popular, fue
Diputado federal en la XLIX Legislatura, llegando a ser Presidente de esa
Cámara legislativa; así también, fue Senador de la República en la LVI
Legislatura, donde también fungió como asesor del Presidente de la Cámara de
Senadores.
Don Gilberto aspiró a ser candidato
a la Presidencia municipal de su natal Cajeme. Más recientemente, por el cargo
que ostentaba, pudo haber sido Presidente municipal de Hermosillo. Ambas
posibilidades se frustraron por veleidades de la política y de los políticos.
Esto no resta méritos a su destacada trayectoria como servidor público.
El reconocimiento público
En 2016, la Secretaría de Educación y Cultura reconoció a
Don Gilberto como el Profesionista del Año 2015, atendiendo a sus méritos
profesionales en el campo del Derecho.
Hace dos años, la comunidad del Departamento de
Sociología y Administración Público hizo lo propio en razón de su brillante
trayectoria docente. Dicho evento se realizó del aula magna departamental, lo
que resultó en un acto doblemente significativo ya que dicho recinto
universitario lleva el nombre de Don Gilberto, a propuesta que en décadas atrás
hicieron los miembros de esa misma comunidad por su destacada labor como
docente universitario.
En agosto de ese mismo año, el Cabildo de Hermosillo lo
distinguió al poner su nombre al tramo carretero que lleva a la Ciudad de Ures,
desde el entronque con la carretera federal hasta la carretera que lleva a San
Miguel de Horcasitas.
El hijo de Don Gilberto me comentó un día que en
innumerables ocasiones su padre ha manifestado que la Universidad de Sonora es
su segunda casa. De allí podemos
desprender que él se sienta cobijado por su Alma Mater y que le brinde a ella
su compromiso pleno como docente.
Valga pues esta breve semblanza para hacer un
reconocimiento por sus 60 años de fructífera labor académica en la Universidad
de Sonora. Por su compromiso con la formación de sus estudiantes, por su congruencia
como persona y profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario