Trabajo publicado en el Portal de la Universidad de Sonora, con el título Ensalza académico el impulso del arte en la Unison, el 7 de octubre de 2022.
En el marco del 25 Aniversario del Programa de la Licenciatura en Artes Plásticas, se llevó a cabo la conferencia “La enseñanza de las Artes en la Universidad de Sonora. Expresión, oficio y sentido” presentada por el profesor universitario Arturo Ordaz Alvarez.
Al inicio de sus reflexiones, el académico, expuso que la exposición de ideas fue estructurada en dos partes, una, relativa al contacto personal con los estudios, primero en la Academia de Artes Plásticas y, luego, como estudiante del programa de la Licenciatura en Artes Plásticas; agregó que la segunda parte se refería a los componentes del proceso educativo de las artes plásticas en nuestra alma mater.
Destacó que, desde los primeros años de vida de la Universidad de Sonora, se impulsaron diversos proyectos de educación artística. Puntualizó que “En la primera década de vida de nuestra casa de estudios se impulsó la creación de las academias de artes, música, danza, teatro y, por supuesto la de la Academia Libre de Dibujo y Pintura en 1948.” Precisó que, al remontarse a este punto de partida de nuestra Universidad es para destacar que, desde su origen hasta la actualidad, el compromiso con el desarrollo de estos espacios y expresiones culturales ha sido una constante.
Además, enfatizó que tanto en las Academias de Artes, así como en las aulas y talleres de los programas académicos que brinda la Universidad, se constata cómo los empeños formativos se traducen en expresión, sentido y oficio que ponen de relevancia la creatividad y compromiso de profesores y estudiantes.
El también investigador del programa de la Licenciatura en Administración Pública recordó su primer encuentro con el mundo de las artes plásticas que los maestros de la Academia universitaria llevaron a su natal Ciudad Obregón. Señaló que esa exposición lo motivó a realizar estudios paralelos en el campo de la Economía y en el de la Cerámica y la Escultura.
En su presentación, hizo referencia a que aquella época la vivió tanto en las aulas universitarias como en los talleres ubicados en los sótanos del majestuoso edificio del Museo y Biblioteca central. De esta manera, recordó que grandes artistas plásticos fueron los que lo guiaron en el trabajo artístico, tales como Ciro Sotelo Cruz y Alfredo Velarde González.
Señaló que durante esos años tuvo la inolvidable experiencia de conocer a figuras relevantes del arte en sus diferentes disciplinas, como la maestra Emiliana de Zubeldía en la música, a los maestros Alberto Estrella y Jorge Velarde; así como a los profesores Oscar Carrizosa y Arturo Merino, en los escenarios teatrales; y también a la prestigiada maestra Martha Bracho y a la maestra Beatriz Juvera, o bien al profesor Xicoténcatl Díaz de León en el campo de la danza clásica, moderna y folklórica, respectivamente.
Por supuesto, destacó que en el ámbito de las Artes Plásticas fue significativo conocer y admirar el trabajo de profesores que forjaron el reconocimiento de nuestra Universidad como un espacio propicio para la cultura y las artes; maestros como Gustavo Ozuna, Mario Moreno, Manuel Romo, Adán Romero, Vincent P. Rascón y el maestro Enrique Rodríguez.
El académico aseveró que “todos ellos seguían cultivando la labor iniciada por el maestro escultor Francisco Castillo Blanco, por el pintor español Higinio Blat, por el muralista Héctor Martínez Arteche, por el profesor Francisco Romero Meneses y por el maestro José Balderrama.”
En otro momento de la conferencia, hizo referencia a la transición que se dio de las antiguas Academias a la institucionalización de los programas educativos al crearse el Departamento de Bellas Artes. Señaló que fue un honor el haber participado, ya en calidad de académico universitario, en las comisiones que en diversos periodos se constituyeron para regularizar la situación laboral de los profesores de Bellas Artes y de Deportes, así como en el trabajo para evaluar los programas educativos de dicho Departamento. Destacó el papel relevante que realizó el Profesor Fernando Cota Madero, quien coordinó y dio rumbo a esas comisiones.
El profesor Ordaz Alvarez transmitió a los asistentes su experiencia como estudiante del programa de la Licenciatura en Artes Plásticas, expresando que él siguió la especialidad de Escultura. Planteó que este encuentro duró poco más de cinco años, incluido el tiempo implicado en la realización de la tesis profesional. Precisamente, señaló que “obtuve el título de Licenciado en Artes Plásticas con la aprobación en sesión pública de la tesis: Escultura sonorense. Aportaciones de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora, trabajo que más adelante fue publicado en la Colección La mirada del búho de la misma Universidad.
En su análisis de los componentes del proceso educativo en el ámbito de las Artes Plásticas, comentó sobre los diversos planes impulsados desde las Academias, haciendo referencia a los planes de 1951, 1971, 1980 y 1984. Señaló que, con la creación del Departamento de Bellas Artes, posteriormente se formalizó el Plan de estudios de la Licenciatura en Artes, Opción Artes Plásticas de 1997, el cual sería sustituido por el plan vigente que date del año 2002.
Para hacer referencia del profesorado,
el profesor Ordaz Alvarez, advirtió que su análisis lo haría en relación a los
profesores de la especialidad de Escultura, trazando una línea de tiempo
ininterrumpida que se originó con el maestro chiapaneco Francisco Castillo
Blanco, quien se incorporó a la planta docente en el momento de la fundación de
la Universidad de Sonora. Recordó que a diez años de haber sido fundada la
Universidad de Sonora, retornó a Sonora el escultor José Balderrama Luque,
quien recién había concluido sus estudios en la prestigiada Academia de San
Carlos.
“Llegarían después los profesores Enrique Rodríguez Zazueta y Ciro Sotelo Cruz, quienes fueron pilares fundamentales de la Academia de Bellas Artes durante las décadas de los setenta y ochenta. Entre los alumnos del maestro Rodríguez destacó el joven originario de Moctezuma Alfredo Velarde González, quien sería el relevo generacional de los noventa, cuando se estructura el proyecto de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora”, afirmó el investigador. Concluyó diciendo que a esta línea de maestros escultores se ha sumado el egresado de la primera generación de la Licenciatura, el profesor Hugo Darío Ruiz Rosas.
En la parte final de la conferencia, el académico analizó al estudiantado de este programa universitario, apoyado en los resultados de una encuesta aplicada a egresados de la especialidad de escultura y de los diferentes estudios de la Dirección de Planeación de la Universidad. Puntualizó que en ellos se constata la importancia de este programa educativo, de la sólida formación de sus estudiantes, de las posibilidades profesionales y laborales que brinda a los egresados, así como el reconocimiento que éstos hacen de la universidad, sus estudios y de sus profesores.
A manera de conclusión, exhortó a los estudiantes de este programa educativo para asumir el compromiso con su Universidad y su carrera, preparándose teóricamente, como creadores y ejecutores de su especialidad, con lo valores que la Universidad les inculca: respeto, compromiso y profesionalismo.